sábado, 24 de mayo de 2008

Definitivamente, salka.


Vaga una ausencia, explícita, despierta, sentida. Suena a madrugada incómoda. El aire entra por mi cuerpo pero se detiene en mi pecho, no encuentra lugar más allá, más abajo sólo existe una ausencia. Podría sentir el aire en mi estómago, brotar de mi ombligo una delicada ráfaga y después envolverme , rodeando toda mi figura. Detrás, sin sentirla lo más mínimo, una mano recorrería el camino hasta mi cintura, partícipe de mi aire, asiento a mi madrugada.

No hay comentarios: